La radioterapia se utiliza en una variedad de contextos para tratar el cáncer de próstata. Muchos pacientes con cáncer de próstata se están beneficiando actualmente con el uso de las técnicas de radioterapia que disminuyen los efectos secundarios y pueden lograr tasas de curación más altas.
¿Qué es la radioterapia?
Radioterapia, que a veces también se llama tratamiento con radiación, es un término general que se utiliza para describir varios tipos de tratamientos, entre los que se incluye el uso de rayos X de alta potencia, la introducción de materiales radioactivos en el cuerpo o la inyección de sustancias en el flujo sanguíneo. Estos diferentes tipos de tratamientos con radiación se utilizan en una amplia variedad de contextos. Estas circunstancias incluyen el tratamiento primario del cáncer de próstata localizado, el tratamiento secundario del cáncer recurrente en la región de la próstata y como alivio del dolor y otros síntomas relacionados con el cáncer de próstata extendido a otras partes del cuerpo.
¿Cuáles son los diferentes tipos?
Radioterapia por haz externo (EBRT, por su sigla en inglés): es el tipo más común de radioterapia. La aparición de la EBRT como opción de tratamiento para el cáncer de próstata data de la década de 1950 con el desarrollo de los equipos de rayos X de alta potencia llamados aceleradores lineales.
Los aceleradores lineales producen rayos x muy potentes que penetran a gran profundidad en el cuerpo. Estos rayos X destruyen células de tumores dañando su ADN. Al igual que con los rayos X que se utilizan para diagnóstico, la exposición a la radiación es breve, y típicamente dura algunos minutos. Una vez que termina el tratamiento, no queda radiación en el cuerpo del paciente.
El tratamiento es completamente no invasivo, por lo que los pacientes no sienten malestar durante la exposición a la radicación. La radioterapia externa se suele administrar una vez por día, cinco días a la semana. El tratamiento primario para un cáncer localizado de próstata normalmente requiere aproximadamente ocho semanas de tratamiento.
¿Cuáles son algunos de los efectos secundarios de la radioterapia?
Radioterapia por has externo (EBRT): los principales efectos secundarios de EBRT están relacionados con el área tratada. Los efectos secundarios habituales del uso de la EBRT para el cáncer de próstata incluyen un aumento de la frecuencia urinaria; leve ardor al orinar; flujo urinario débil; irritabilidad intestinal con diarrea leve, gases, necesidad urgente de defecar y sensibilidad intestinal; irritación leve de la piel que rodea al recto; disminución de las células sanguíneas; y fatiga.
Es posible modificar la dieta y administrar medicamentos para atender estos síntomas. Luego de uno o dos meses de haber completado el tratamiento, la mayoría de los hombres notan que los síntomas desaparecen. Si los cambios en la función de la vejiga o de los intestinos persisten, suelen ser leves. Sin embargo, alrededor del 20% de los hombres sufre una irritabilidad intestinal más importante a largo plazo.
Entre las complicaciones relativamente poco frecuente se incluye el sangrado rectal importante, la irritabilidad de la vejiga y la estenosis uretral. Otro efecto secundario alejado relativamente común de la radiación es la pérdida de la erección, y depende del uso de otros tratamientos como los tratamientos hormonales y la presencia de otras enfermedades que pueden afectar la función sexual.
Radioterapia conformacional 3D
La radioterapia conformacional 3D se descompone esquemáticamente en 3 etapas; la adquisición y el tratamiento de imágenes en 3 dimensiones, la planificación y finalmente la ejecución y la verificación del tratamiento. Existen límites e incertidumbres a lo largo de todo este proceso que por lo demás utiliza tecnologías en constante evolución. La delineación del volumen target y de los órganos en riesgo, etapa crucial de la radioterapia conformacional 3D, pueden ser variables entre un profesional y otro. Los márgenes de seguridad alrededor de estos volúmenes que tienen en cuanta los movimientos internos de los órganos y las incertidumbres de la extensión tumoral, siguen siendo empíricos y pueden, otra vez, ser diferentes entre un equipo y otro.
La elección de un plan de tratamiento se hace según criterios físicos de distribución de dosis o herramientas matemáticas de probabilidad de control tumoral y de complicación. Estas herramientas matemáticas están en evaluación. El software utilizado para la dosimetría o el control del tratamiento es heterogéneo.
Una calidad asegurada con controles más frecuentes y más precisos que en el caso de la radioterapia convencional es indispensable, y para esto debieran existir normas que acompañen a los profesionales en el control de calidad de la radioterapia.
Existen, sin embargo, el consenso entre los oncólogos radioterapeutas y los físicos médicos en reconocer a la radioterapia conformacional 3D como técnica más precisa y elaborada que la radioterapia convencional. La comparación de los planes dosimétricos mostrando una disminución de las dosis de radiación en los tejidos sanos ha conseguido la adhesión de la profesión.
La radioterapia conformacional 3D es visiblemente menos tóxica a dosis iguales que la radioterapia convencional. A dosis iguales, debiera ser utilizada en cancerología desde el momento en que hay órganos críticos cercanos al volumen target y en los tumores cerebrales benignos. Las indicaciones hoy en día son los cánceres del pulmón, de la próstata, los ORL, del estómago, del encéfalo y lógicamente los cánceres pediátricos.
Radioterapia de Intensidad Modulada
La radioterapia de intensidad modulada (IMRT por sus siglas en inglés) es una modalidad avanzada de radioterapia de alta que utiliza aceleradores de rayos X controlados por computadora para administrar dosis de radiación precisas a un tumor maligno áreas específicas dentro del tumor. La IMRT permite que la dosis de radiación se conforme con mayor precisión a la forma tridimensional 3-D) del tumor mediante la modulación (control) de la intensidad del haz de radiación.
La IMRT también hace posible enfocar dosis más altas en regiones dentro del tumor; al tiempo que se minimiza la exposición a la radiación en las estructuras críticas circundantes normales. El tratamiento se planifica cuidadosamente con la ayuda de imágenes tridimensionales de tomografía axial computarizada (TAC) del paciente junto con cálculos computarizados de dosis, para determinar el patrón de intensidad de dosis que mejor se adapte a la forma del tumor.
Típicamente una combinación de varios campos de intensidad modulada provenientes de distintas direcciones de haz produce una dosis de irradiación individualizada que aumenta al máximo la dosis al tumor, pero también protege los tejidos normales adyacentes.
Debido a que con IMRT la proporción de dosis al tejido normal respecto a la dosis al tumor se reduce al mínimo se puede administrar dosis de radiación más altas y eficaces y sin peligro a los tumores con menos efectos secundarios en comparación con las técnicas de radioterapia convencional.
La IMRT también tiene el potencial de reducir la toxicidad del tratamiento, aun con dosis no aumentadas. La IMRT sí requiere tiempos más largos de tratamiento diario y administra una dosis más baja a mayores volúmenes de tejido normal que con la radioterapia convencional.