La hormonoterapia es el tratamiento que elimina la acción de las hormonas o intercepta su acción para detener el crecimiento del cáncer de próstata. Las hormonas son sustancias químicas producidas por glándulas del cuerpo que circulan por el torrente sanguíneo. En el caso del cáncer de próstata, las hormonas sexuales masculinas pueden hacer que el cáncer crezca. Se pueden utilizar medicamentos, cirugía u otras hormonas para reducir la producción de hormonas masculinas o impedirles que ejerzan su función.
La hormonoterapia utilizada en el tratamiento del cáncer de la próstata puede incluir las siguientes sustancias:
- Los agonistas de la hormona liberadora de la hormona luteinizante pueden impedir que los testículos produzcan testosterona. Algunos ejemplos son el leuprolide, el goserelín y el buserelín.
- Los antiandrógenos pueden bloquear la acción de los andrógenos (hormonas que producen las características sexuales masculinas) como la ciproterona, la flutamida, bicalutamida y la nilutamida.
- Los medicamentos que pueden impedir que las glándulas suprarrenales produzcan andrógenos incluyen al ketoconazol y la aminoglutetimida.
- La orquidectomía es un procedimiento quirúrgico que se lleva a cabo para extirpar ambos testículos, la principal fuente de hormonas masculinas, con el fin de reducir la producción de estas hormonas.
- Los estrógenos (hormonas que producen las características sexuales femeninas) pueden impedir que los testículos produzcan testosterona. Sin embargo, los estrógenos rara vez se utilizan en el tratamiento del cáncer de la próstata debido al riesgo de efectos secundarios peligrosos.
En los hombres tratados con hormonoterapia puede presentarse: rubor, deterioro de la función sexual, pérdida del apetito sexual y debilidad en los huesos.