Además, entre las ventajas adicionales se destaca lo poco invasivo de la intervención que requiere únicamente de una sonda y 24 horas de internación. Al poder conocer el tipo de células, es posible determinar la presencia de cáncer y proceder al tratamiento adecuado.
A través de la tecnología láser, más precisamente Holmium Láser enucleation (HOLEP), es posible combatir en forma definitiva los tumores benignos de próstata, frecuentes en los hombres mayores de cuarenta años -y más aún en los que superan los 55-, reduciendo a sólo un día el tiempo de internación del paciente intervenido. Esta metodología, que además supera en resultados al conocido método de la vaporización que es uno de los más utilizados en la actualidad, está disponible en nuestro país en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento desde fines de 2007.
En un poco más de un año se realizaron más de sesenta intervenciones exitosas que han permitido corroborar los buenos resultados que hasta ese momento formaban parte de la bibliografía. La utilización de este láser está indicada para aquellos casos de hombres cuya próstata presente dimensiones exageradas, hecho producido por la inflamación que generan los tumores y que además puede comprometer no sólo la vejiga -provocando molestias y la necesidad de ir permanentemente al baño- sino también los riñones.
Tumores
«El adenoma de próstata es un tumor de tipo benigno que crece en el interior de la glándula prostática alrededor de la uretra, el conducto que conduce la orina desde la vejiga al exterior. Debido a su ubicación, el crecimiento de ese tumor puede dificultar la salida de la orina y provocar otras molestias. Es muy frecuente en hombres a partir de los cuarenta años y es necesario recurrir a la cirugía en 20 a 30% de los casos, siempre y cuando exista agrandamiento de la próstata que suele pesar entre veinte y treinta gramos y cuando haya fallado la intervención farmacológica», explicó a Pro-Salud News Norberto Bernardo, médico urólogo, profesor adjunto de Urología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y director del área de Endourología del Hospital de Clínicas José de San Martín.
«Hasta ahora las intervenciones se estaban realizando de manera convencional haciendo incisiones, pero con la nueva técnica se puede abordar la problemática en forma endoscópica, ingresando por la uretra hacia la glándula prostática», añadió el especialista. «El rayo permite separar el tumor de los tejidos y con un fragmentado morcelador se lo divide. Posteriormente, mediante un sistema de aspiración se consigue extraer todas las partes del tumor, para poder analizarlo y confirmar si es benigno», completó Bernardo. Esto es lo que vuelve al método superior a la vaporización ya que, con ésta, los tejidos se pulverizan y es imposible detectar algún componente maligno en el tumor. En la Vaporización (KTP) se introduce un cistoscopio en la vejiga a través de la uretra. Y el aparato contiene un canal de trabajo por el que se introduce una fibra láser de luz verde que calienta el tejido hiperplásico seleccionado hasta los 100 grados centígrados. A esta temperatura el tejido se vaporiza o desaparece. Un estudio realizado en Europa demostró con esta técnica que un 92% de los pacientes operados al cabo de seis meses se encontraba satisfecho o muy satisfecho con los resultados.
Informe publicado en PrimeraSecciónWeb. (ver imagen con la publicación original)
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